OPINIÓN

MIRADOR / Armando Fuentes Aguirre EN MURAL

1 MIN 30 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Por la noche, cuando nadie las mira, las ranas del estanque se convierten en bellas mujeres y juguetean desnudas en sus aguas. Luego llegan los hombres -son los peces que ahí nadan, transformados en hermosos mancebos-, y unas y otros hacen el amor bajo la fronda de los sauces.