El gobernador Enrique Alfaro se tropezó, una vez más, con sus propias palabras. La amenazante frase "mide bien tus palabras" se ha convertido en el epíteto de su estilo personal de gobernar. Ningún otro traspié, que no han sido pocos, había adquirido tanta notoriedad pública nacional como su último desencuentro con universitarios. El video de marras no sólo se convirtió en tendencia en redes sociales, sino que le pegó debajo de la línea de flotación a la percepción que la opinión pública tenía sobre él. Parafraseando a Enrique Krauze, el gobernador pasó de ser el nuevo Mariano Otero a un furibundo mandatario local.