El enfoque pragmático que ha predominado en el intento por construir nuevos paradigmas para modelar y resolver problemas -teniendo como fuente de inspiración nuestras capacidades cognoscitivas- ha distraído nuestra atención -y evadido el análisis- precisamente de aquellas entidades -mente, intelecto e inteligencia- que pretendemos aproximar a través del computador; un análisis, en el cual subyacen problemas fascinantes de índole filosófico y metafísico.