Hasta hace poco, Movimiento Ciudadano era una jugosa naranja considerada como una tercera opción para la próxima elección e incluso como una alternativa para el futuro político del país. Hoy el partido es una naranja políticamente partida. Hasta hace no tanto Movimiento Ciudadano era como una "start-up" electoral: una suerte de emprendimiento político que competía con las viejas compañías electorales, los partidos tradicionales. Hoy el partido apuesta al desprendimiento de políticos.