OPINIÓN

¡Mala onda!

Guadalupe Loaeza EN MURAL

4 MIN 00 SEG

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Cuando se dice que alguien es "mala onda" es cuando actúa de mala fe, a sabiendas que su comportamiento perjudica intencionalmente a otra persona. Por lo general, alguien mala onda se regodea con su acción, cuyo único objetivo es la venganza o el abuso del poder. Por ejemplo, la señora presidenta Claudia Sheinbaum no le dio la gana invitar al 108 aniversario de la promulgación de la Constitución de 1917, a la ministra presidenta, Norma Lucía Piña Hernández, la máxima autoridad del Poder Judicial, no obstante, ella, la mala onda, sabe perfectamente que el Poder Judicial es uno de los tres Poderes de la Unión de nuestra Carta Magna, tal como lo dicta nuestra Constitución vigente. Cuando le preguntaron a la Presidenta mala onda por qué no estaba invitada la ministra Piña a esta celebración, se limitó a decir que la respuesta "es obvia". Más adelante agregó: "La Corte debe respetar al Ejecutivo y al Legislativo, y debe respetar la Constitución". Hemos de decir que la doctora Sheinbaum, en cambio, sí invitó a sus ministras favoritas, de la misma mala onda: la tramposa y plagiadora Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz, y la "ministra del pueblo", como le gusta que la llamen: Lenia Batres. Cómo contrasta esta actitud con la que tuvo, la víspera, con Donald Trump; entonces sí, en muy buenísima onda, le cumplió prácticamente todos los deseos al presidente de Estados Unidos, lo cual prueba que no le quedaba otro remedio, en cuanto a los aranceles del 25% con los que continuamente amenaza Trump.