Fue en la botana, a plena terraza, con algún tequila servido, cuando entre la plática se escuchó la icónica canción de la banda británica Emerson, Lake & Palmer titulada "Lucky Man". Ahí, en pleno disfrute de la rica convivencia, sombra y alguna cómoda silla, mi abuelo Eduardo Padilla decretó que ésta sería la canción que le gustaría entonaran en su funeral, porque él se sentía suertudo.
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.