Yo renunciaría al uso cotidiano del automóvil si el transporte público no fuera el horror que es y siempre ha sido, el que sufrí toda la vida
López Mateos
NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL
5 MIN 00 SEG
Cada día hábil he de verme en las mismas, como otros miles: un trayecto de ida y otro de regreso por la Avenida López Mateos, por lo general en horas de gran afluencia de vehículos -aun cuando me proponga eludir esa saturación, casi siempre acaba alcanzándome-, y a veces también en días inhábiles, cuando por fuerza hay que tomar esa vía porque elegir otra lleva a un desvío excesivo o simplemente es imposible -y esos días inhábiles la aglomeración suele empeorar, supongo que debido a que la avenida es ingreso y salida de la Ciudad-. De La Minerva al Periférico, a veces más para allá o más para acá, y desde que volvió a acelerarse el ritmo que había ralentizado la pandemia, los trayectos van sumando minutos sin que parezca que pueda ser de otra forma.