OPINIÓN

Vemos cómo el dictado de masculinidad se transforma en una instrucción inescapable

Lobos

Jorge Volpi EN MURAL

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Todos los hombres escuchan la misma voz, cínica e incontestable: la de un lobo que los incita a permanecer en la manada, a jamás traicionar a sus similares, a enmascararse unos a otros, a silenciar sus crímenes, a honrar su estirpe de predadores. Aunque en La Jauría (2020), la serie de Amazon Prime dirigida por Lucía Puenzo, solo un grupo de adolescentes participa en un siniestro juego que los obliga a humillar, acosar, marcar y violar a sus compañeras, es como si la poderosa voz del lobo resonara en los oídos de todos los personajes masculinos, quienes se dividen entre los que se someten dócil o entusiastamente a sus dictados y los que no tienen el valor o la conciencia para confrontarlos.