En las primeras páginas del libro ¿Quién manda aquí?, de Javier Moreno, se lee del ascenso y ocaso de Jesús Gutiérrez Rebollo: el general nombrado en el sexenio zedillista para dirigir el Instituto Nacional para el Combate a las Drogas. Aquel hombre, que habitaba un lujoso departamento en Polanco, costeado por los criminales que había prometido ajusticiar, fue sentenciado dos veces: narcotráfico y acopio de armas de uso exclusivo del Ejército.