OPINIÓN

Llegó borracho el borracho

Fernando Padilla Gutiérrez Hermosillo EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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Como estudiante de historia uno tiende a sentirse algo emborrachado. Parecería que las civilizaciones fueron fundadas por la lírica de José Alfredo Jiménez, narrando las discordias entre civilizaciones al escribir: ¡Llegó borracho el borracho! Pocas cosas han permanecido tan entrañadas en nuestras culturas como el consumo del alcohol. Por mucho tiempo, los arqueólogos consideraban que el hambre por pan hizo que dejáramos de desplazarnos, así iniciando la revolución agrícola, pero recientemente múltiples académicos comenzaron a considerar a la cerveza como el factor que incentivó el establecimiento de nuestras civilizaciones, revela la editorialista de The Atlantic Kate Julian. En los últimos 25 años, los arqueólogos han trabajado arduamente buscando razonar la historia de las ruinas de Göbekli Tepe, ubicadas en Turquía y que datan de 10 mil años a. C. Los descubrimientos arqueológicos parecen indicar que este no era un espacio de siembra, granja o vivienda; en cambio era un espacio designado a la fiesta. Han encontrado lo que sería un cuarto de fermentación e imágenes de bailes, lo cual indica que este era un lugar para la borrachera. Con esto damos más color a la antigua y particular relación. Pero no revela el sentido utilitario de la bebida. ¿Por qué nos ha acompañado tanto tiempo? El daño que nos ocasiona siempre ha sido evidente, tal como la pérdida de los sentidos motores y una fuerte deshidratación. Con todo y esto, la evolución aparentó favorecer nuestro apetito de ésta. La respuesta obvia es la diversión.