Mientras que para algunos fue un apersonamiento poco digno, para otros fue un acercamiento audaz. Lo cierto es que le resultó la jugada al gobernador electo, Pablo Lemus, quien logró hablar con la presidenta Claudia Sheinbaum. "Vengo a ponerme a sus órdenes", le dijo Lemus, mientras la tomaba de la mano. Logró su atención un instante, suficiente para que la Presidenta le ofreciera una suerte de explicación trunca, que más bien pareció una disculpa: "no te he dado cita no por otra cosa que..." (las razones políticas y ahora presupuestarias son conocidas) pero "nos vemos pronto", le expresó la mandataria. Lemus remató con un: "vamos a trabajar bien".