En 1995, la poeta Jane Kenyon partió de la vida después de haber luchado por un año contra una devastadora leucemia, dejando viudo a su esposo, el poeta Donald Hall. Esta, la relación de dos extraordinarios poetas, se ha convertido en una especie de leyenda dentro del mundo de la poesía contemporánea. ¿Qué otra más grande historia de amor que la de dos poetas? Dos personas altamente individualistas, cohabitando, escribiendo, viviendo goces y penas, pero sobre todo buscando juntos sentido. Diez años después de su ausencia, el poeta escribió un conmovedor ensayo sobre su relación, compartiendo vivencias y lecciones.