La tremenda Corte

A estas alturas, lo que más teme el Presidente es que la infinidad de barbaridades y hechos de corrupción que han inundado su administración sean transparentados, fiscalizados y llevados a juicio por organismos autónomos y un sistema de justicia independiente. Él mismo dijo a principios de su sexenio que el Presidente está enterado de todo y que nada pasa sin que él esté al tanto. Aunque no es del todo cierta esta afirmación, en su caso, como personaje autoritario, revela su aspiración a tener el control absoluto, que nada se mueva sin su aprobación y así ha sucedido con las decisiones más importantes de su gobierno, la mayoría muy cuestionables. Por eso le urge cubrirse las espaldas en lo legal y en el discurso. Por eso ataca sin freno ni mesura a la SCJN, al INE, INAI y demás instituciones cuyo objetivo es ser contrapeso del poder.