En las últimas décadas, en México ha ocurrido un fenómeno conocido como transición alimentaria, que consiste en la disminución del consumo de alimentos pertenecientes a la dieta tradicional y donde se adoptan dietas ricas en alimentos ultraprocesados, bajos en proteína, fibra, fitoquímicos y otros compuestos de utilidad. Estos cambios en los hábitos alimenticios, entre otros factores, han promovido el desarrollo de enfermedades metabólicas asociadas a la dieta. Por ejemplo, en México 3 de cada 4 personas tienen sobrepeso u obesidad, además de que existe un aumento constante en la prevalencia de diabetes tipo 2, alcanzando en 2022 un 18 por ciento de la población.