OPINIÓN

Como sucede con muchas estampas del pasado, alguien la colgó ahí porque encapsula y da cuenta de un tiempo ya ido

La Llevada

NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL

5 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
La foto fue tomada, con toda seguridad, desde lo alto del ya inexistente puente de la Normal (el que servía para el paso de la gente y derruyeron sin más: el capricho que Lemus puso ahora en su lugar es sólo ornato, no un puente). La luz del día hace pensar en una hora temprana, aunque ya hay tráfico por los seis carriles de Alcalde, y se distinguen al fondo las torres de Catedral, y antes la fealdad disparatada pero simpática del Palacio Federal (¿cuenta como un ejemplo tapatío de arquitectura brutalista?); del otro lado, en primer plano, el rojo del templo de Nuestra Señora del Sagrario, y más atrás la cúpula del Santuario. Puede aventurarse que son los últimos años setenta o los primeros ochenta gracias a los camiones que se ven en la avenida, pintados de colores distintos según los rumbos que cubrían las distintas rutas para que pudiera reconocerlos la gente que no sabía leer -a menudo pienso que esa medida, tan sencilla como eficaz, fue posible porque entonces Guadalajara todavía era una ciudad humana, compasiva, vivible; sería impensable en la monstruosidad violenta, sucia, enloquecida, ruinosa e indiferente en que nos hemos convertido con el paso de los años-.