Las ostentosas oficinas se encuentran en un rascacielos neoyorquino, son los sesenta y los hombres ejecutivos caminan con traje y corbata, mientras que las mujeres secretarias se presentan con falda y diadema. Una recién egresada secretaria camina con miedo mientras los chimpancés ejecutivos se acercan insinuando coqueteo. Entramos a la oficina del aclamado publicista Don Draper, la estrella de la reconocida firma mercadológica Sterling Cooper. Don es muy masculino; alto, galante y muy seguro de sí mismo.
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.