¡Al diablo con las instituciones! Se consumó la captura del Consejo de la Judicatura por las facciones partidistas del Congreso. Se confirma que la justicia sigue siendo un apéndice del sistema político. Si sumamos al servil Poder Legislativo, se puede decir, con razón, que en Jalisco el Ejecutivo no tiene contrapesos. La novedad es el requilibrio de fuerzas al interior de ese órgano colegiado y el cinismo de reconocer el uso patrimonialista de la justicia.