La Semana Santa nos remonta a uno de los juicios más famosos de la historia. Para quienes crecimos con la influencia de la Iglesia católica, el pueblo judío, o la parte del pueblo asistente al famoso evento cometieron la peor de las injusticias: sacrificar a un inocente y liberar a un culpable. En ese momento lo más probable era que Barrabás era más conocido que Jesús, curiosamente, mientras que Jesús se proclamaba como hijo del padre, el nombre Barrabás se compone de "Bar" que significa hijo y "Abbas" que significa padre. Con el famoso método de "a mano alzada", el pueblo eufórico prefirió liberar a Barrabás y ejecutar a Jesús.