Los vemos, pero no los vemos. Hace un rato, por ejemplo, había dos, en la banqueta de enfrente: discutían, el volumen de sus voces iba elevándose, en algún momento pareció que iban a agredirse, pero luego se separaron unos metros, ella iba a irse en una dirección, él en otra, y de pronto volvieron a verse, como si acabaran de encontrarse, y volvieron a empezar.