Entre las decenas de nombramientos de primer nivel que se han efectuado en las últimas semanas desde que comenzaron las nuevas administraciones, uno en particular provocó una fuerte polémica: el de Iker Frangie, hijo del alcalde de Zapopan, Juan José Frangie, como titular de la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa). Colectivos ecologistas, diputados de oposición y académicos especialistas en medio ambiente han señalado que se trata de un nombramiento que supone un conflicto de interés, que no tiene el perfil adecuado y que se trata de nepotismo por las relaciones de parentesco. Vayamos por partes.