La era de plata de los cómics nace en 1961 con The Fantastic Four #1. A diferencia de la era de oro -incrustada en la lógica de la Segunda Guerra-, la narrativa de los sesenta estuvo centrada en la ciencia y el temor a la energía nuclear. Sin embargo, esta era también popularizó la figura del investigador exitoso, superando el estereotipo del "científico malévolo".