Los ojos de Francia, Europa y el mundo han estado puestos en el sureste francés, en la pequeña ciudad de Aviñón, que cuenta con no más de 92,000 habitantes. Gisèle Pelicot salió de la Corte en medio de aplausos, ovaciones, flores y un tumulto de ciudadanos conmovidos. Con un porte distinguido, lucía un vestido colorido y unos grandes lentes de sol, sobre los cuales comentó que ocultan "un campo de ruinas".
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.