Pensemos en una aplicación móvil que permita pagar servicios domésticos, reponer identificaciones extraviadas, abrir cuentas bancarias y más servicios desde un celular; nada extraordinario hoy en día. Ahora imaginemos que esa misma aplicación; como uno más de los servicios de su catálogo, permite a los hombres de un país monitorear y controlar a las mujeres que tienen bajo su "tutela", limitándolas de ciertos derechos y garantías.