El argumento de acabar con la impunidad no es sino el pretexto de AMLO para apoderarse del único poder capaz de plantarle cara
Fin
Jorge Volpi EN MURAL
3 MIN 30 SEG
México: país de ficción. A lo largo de siete décadas, el partido de la Revolución -con sus distintas denominaciones- alumbró una democracia imaginaria. En el papel, se salvaguardaban las garantías individuales, la división de poderes, las elecciones con varios candidatos, la justicia y la equidad. Todo ello entreverado con un orgulloso discurso nacionalista, inagotables llamados a la soberanía popular y un rechazo tajante al pasado. En los hechos, el régimen perseguía un objetivo muy distinto: repartir y defender los privilegios de las nuevas élites al interior de un partido hegemónico que controlaba todas las instituciones. La oposición era prácticamente inexistente y, detrás del discurso progresista, se parapetaba un espíritu netamente conservador. Ello no implicaba que no hubiese mecanismos de ascenso social o iniciativas para articular un precario estado de bienestar, pero siempre a través de una estructura piramidal que no consentía la disidencia.
(México, 1968). Es autor de la novelas En busca de Klingsor, El fin de la locura, No será la Tierra, El jardín devastado, Oscuro bosque oscuro y La tejedora de sombras. Y de ensayos como Mentiras contagiosas, El insomnio de Bolívar y Leer la mente. En 2009 obtuvo el Premio José Donoso de Chile por el conjunto de su obra. Sus libros han sido traducidos a 25 idiomas. En 2014 se publicará su novela Memorial del engaño.