OPINIÓN

Quién sabe dónde estarán esos mexicanos que han podido leer todo eso, en un país donde los libros son artículos de lujo

Fantasías

NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL

4 MIN 30 SEG

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Los Lectores son seres mitológicos a los que se atribuye toda suerte de virtudes fabulosas (por ejemplo, que son inteligentes, pacíficos, sensibles, buenos conversadores, ciudadanos ejemplares o hasta personas felices), y existen principalmente en la imaginación de almas cándidas (por ejemplo, las de los encuestadores del Inegi, las de los profesores que creemos que nuestros esfuerzos tienen sentido, las de los editores y los libreros), o bien en los discursos y en los conjuros menos o más interesados, convenencieros o aviesos que urden quienes diseñan políticas públicas de fomento de la lectura, así como en la fantasía de los funcionarios que se adornan con esos discursos (y se libran con ellos de dar soluciones a problemas concretos y urgentes) y en el eco que les hace una prensa cultural rara vez resuelta a cuestionarse la posibilidad real de esas criaturas quiméricas.