Sobreviviente de la intolerancia, Salman Rushdie ha sido emblema de la libertad de expresión
Fanatismo
NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL
4 MIN 30 SEG
Por mudables que sean las moralidades al uso y volátiles los motivos para adscribirse a unas u otras, por diverso que sea el espectro de posiciones cívicas o políticas disponibles para orientar la propia visión del mundo, y por deficientes que lleguen a ser algunas de estas posiciones; por atrofiadas que estén nuestras facultades, como individuos y como sociedad, para distinguir el bien del mal, y por descompuesta, en fin, que parezca y esté la realidad, habrá esperanza mientras el fanatismo se mantenga a raya. Pero, una vez que el fanatismo irrumpe -o, habría que decir, ataca-, toda posibilidad de remontar el desastre es cancelada: la realidad queda no sólo estropeada, sino radicalmente vaciada de sentido, y acaso lo único a nuestro alcance sea el estupor. O esa forma violenta de estupor que es el miedo.