OPINIÓN

F1 y pigmentocracia

Genaro Lozano EN MURAL

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Nunca en mi vida he ido a la Fórmula 1. No puedo imaginar algo más aburrido que sentarme en una butaca, viendo pasar coches ruidosos a toda velocidad durante algunos segundos y rodeado de gente con bebidas gritando. Yo no le encuentro gusto, pero he aprendido del enorme interés que genera en miles de personas y la felicidad que le ha dado a otras por el hecho de que se queda en la CDMX.

Creo que nunca me han discriminado por el color de mi piel. He escrito en otras ocasiones cómo me dicen "güerito" por bajarme de un auto o estar sentado en un restaurante. Tengo dos hermanos, al de color de piel más claro lo bañaban con shampoo de manzanilla para que su cabello fuera rubio, el mío era medio rojizo y de chico el color de mi piel era un poco más claro. Mi hermana llegó tiempo después y su color de piel es el más moreno de toda la familia. Justo por ello, le decíamos de burla que era "la adoptada".

Estefanía Veloz es una abogada que recientemente dijo en el programa que conduzco en ForoTv que en la F1 predomina la gente "blanquita y de ojo verde", que es un tema de "pigmentocracia". Las redes sociales ardieron. A pesar de que ya en otra ocasión habíamos hablado de la pigmentocracia, término usado frecuentemente en la academia, no fue sino hasta que se mezcló con la F1 y hasta que el comediante Chumel Torres viralizó un video, que el tema dominó el fin de semana en Twitter.

Dado mi desconocimiento en torno a la F1, hice varias preguntas en esa red social y me puse a leer algo extra. ¿Que si es un deporte? ¿Que si ya tenía un impuesto? ¿Que si contamina? ¿Que si en realidad es carísima y dominada por gente blanca?

A la primera pregunta, mayoritariamente se me indicó que sí es un deporte, que los conductores entrenan muy disciplinadamente. Sin embargo, no todos coincidieron y me extrañó que durante el anuncio oficial de que la F1 de queda en la CDMX, Claudia Sheinbaum, Chase Carey y Alejandro Soberón se refirieron a la F1 como un espectáculo y no como un deporte. En cuanto al impuesto, Sheinbaum dijo que se espera una derrama por arriba de los 740 mdd, así como la creación de 8 mil empleos temporales y más de 300 mil visitantes. También me enteré de que hay un impuesto sobre espectáculos públicos que parece aplicar a la F1. Un amable tuitero me pasó info sobre cómo los autos de la F1 no contaminan, tienen tecnología híbrida.

En cuanto al precio, hay quienes creen que un boleto de 1500 pesos por tres días es costeable para todo mundo y la realidad es que en un país con tanta desigualdad no lo es. Apenas se presentaron datos de pobreza y seguimos muy mal. Finalmente, muchos defensores de la F1 argumentaron que como hay un piloto afrobritánico que ha sido campeón de la F1, eso invalidaba que fuera un "deporte de blancos". Solo basta una rápida búsqueda de Google para ver cómo el mismo Lewis Hamilton se quejó apenas el año pasado de cómo en los 11 años que él llevaba entonces en la F1, nada ha cambiado y de cómo no hay diversidad racial.

La academia aún debate sobre la utilidad del concepto de pigmentocracia. En México investigadores como Gabriela Iturralde o Patricio Solís disienten sobre su uso como categoría explicativa, pero lo cierto es que este debate le hace bien a nuestra conciencia pública y vale la pena seguirlo haciendo no sólo en la academia. Es un debate que vale hacerlo en medios de comunicación y en Twitter y otras redes sociales, pese a bots, pese a que haya gente que no se quiera documentar o que crea que el cambio "está en uno" y que el color de la piel no determina éxito o fracaso nunca.

En cuanto a la F1, algo que también aprendí es que el Autódromo es un espacio dentro de la Ciudad Deportiva que pertenece a la CDMX. Por tanto, es un espacio público, concesionado a privados, y por ello Sheinbaum debería aclarar en qué se usarán los impuestos que se le cobran al espectáculo. Por demás, espero que la gente que va a la F1 la disfrute, se solidarice en pedir descuentos para hacerlo realmente accesible a todas las personas y ojalá llegue en transporte público. ¡Feliz F1!