OPINIÓN

La desigualdad y la pobreza no entran jamás en sus análisis, prefieren despotricar contra todo, incluso contra minucias

Extremos

Jorge Volpi EN MURAL

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De un lado, aquellos a quienes todo, absolutamente todo, les parece un desastre. Comentaristas, analistas, opinadores. Según ellos, vivimos en las cercanías de la catástrofe. Nunca antes, escriben, repiten, vociferan, habíamos estado tan mal. Nunca antes, sostienen en sus columnas, en sus intervenciones radiofónicas o televisivas, en sus posts de Facebook y en sus innumerables tuits, habíamos tenido un gobierno tan torpe y tan chapucero. Aunque intentan disimular, los espumarajos de rabia impregnan cada uno de sus juicios. Su batalla se ha vuelto una cruzada y se sienten obligados a demostrarnos cuánta razón tenían al prevenirnos, desde hace tanto, contra el monstruo populista.