OPINIÓN

La sola búsqueda de notoriedad y de fama cuenta como justificación tácita de hazañas extremosas

Extinción

NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL

4 MIN 30 SEG

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Las transformaciones más radicales de las sociedades son, a veces, las que operan de modos más sutiles e inadvertidos: lentas pero consistentes e imparables mutaciones de las conductas de los individuos, a la postre imperantes en las masas, sólo nos percatamos de ellas cuando ya son irreversibles. Hacia finales del siglo XIX, por ejemplo, Oscar Wilde señaló -pero ya era demasiado tarde- cómo se había degradado el ejercicio de la mentira y era difícil encontrar quién mereciera el título de mentiroso con todas las de la ley: desde los políticos hasta los poetas, todo mundo estaba patéticamente abocado a la procuración de la verdad, con las lamentables consecuencias que semejante pretensión trajo consigo para la civilización, al hacernos canjear los frutos mejores de la fantasía por "la pobre vida humana, verosímil y carente de interés".