Hace unas semanas subí una foto a mi Instagram donde traía en mano un vino -del que no vale la pena mencionar la etiqueta- y una persona me criticó, comentó que ese vino era muy malo, que cómo me atrevía a probarlo. Mi respuesta fue que para que nos guste lo bueno hay que probar lo malo, o mejor dicho degustarlo y hacer tu propio juicio.
Tiene 26 años de experiencia, es sommelier por escuelas de Italia, España y México, y participa cada año como juez de concursos nacionales de vino. La docencia forma parte de sus actividades y ha incursionado en la creación de etiquetas.