Hartos de la pregunta, algún día por ahí del segundo o tercer semestre de la carrera, respondimos por última vez: "¿Por qué decidiste estudiar Derecho?". Las primeras veces la pregunta retumba profundo en el alma, por ahí donde la consciencia hace esquina con el utilitarismo. Las respuestas, siempre, cargadas de esos tonos pintorescos que colorean el idealismo de una joven que recién entra a la carrera. "Quiero hacer de este mundo un lugar más justo".