Ah, qué tiempos aquellos cuando Andrés Manuel López Obrador prometió barrer las escaleras de arriba para abajo. Cuando afirmó que si el Presidente era honesto, sus colaboradores también lo serían. Cuando dijo que el ejemplo sería suficiente para erradicar la corrupción acendrada y acabar con la protección garantizada. Aunque el argumento era voluntarista, resultaba esperanzador ver a alguien que arribaba al poder con la intención de combatir sus abusos. Nadie por encima de la ley, repitió y sigue repitiendo. Lástima que la promesa ya no resulte creíble. Acabó arrumbada en la covacha, debajo de la escalones sucios que AMLO decidió no barrer; los escalones enlodados que prefirió no limpiar. En un peldaño está parado Manuel Bartlett y en el otro Ricardo Salinas Pliego.
Denise Dresser es politóloga, escritora, columnista y activista. Coordinó el libro "Gritos y Susurros: Experiencias Intempestivas de Mujeres". Ganó el Premio Nacional de Periodismo en 2010. Su último libro es "El País de Uno. Reflexiones para entender y cambiar a México".