A propósito del aniversario 250 del nacimiento del gigante de las partituras sinfónicas, las salas de concierto alrededor del mundo anunciaban, desde el año pasado, lo que serían los festejos en su honor. El 2020 se vislumbraba como un ciclo continuo de sinfonías, oberturas, fantasías corales y piezas religiosas beethovianas. Muchos entusiastas de la música clásica, yo entre ellos, nos habíamos prevenido para dichas celebraciones...