Da la impresión de que Lemus no tiene en la mira ninguna solución a fondo, sensata y duradera
El socavón
NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL
5 MIN 00 SEG
Que las cosas siempre puedan empeorar significa que también pueden no empeorar. E incluso mejorar. La calamidad que ha traído consigo el reciente socavón de López Mateos ha sido al mismo tiempo inevitable y evitable, sólo que preferimos lo primero y nada hicimos por asegurar lo segundo. (Este plural quiere comprender al conjunto que hacemos ciudadanos y gobernantes, porque se supone que las autoridades cuentan con el aval de los ciudadanos para hacer y deshacer, y entonces los ciudadanos tenemos una responsabilidad ineludible siempre que hemos dejado de mandar a la goma a un gobernante bueno para nada o corrupto o las dos cosas). El socavón podría no existir y los miles de vehículos que todos los días transitan por la zona o la empantanan podrían seguir circulando o atorándose tranquilamente, sin la complicación añadida que representa el barranco abierto de súbito. Pero también hay un universo alterno en el que las cosas son por completo distintas, fruto de las buenas decisiones tomadas sin falla a lo largo del tiempo, y en ese universo son impensables las consecuencias de las decisiones pésimas que hemos tomado en éste -malamente, para librarnos de estas consecuencias habría que tomar el primer retorno que nos condujera hasta 1542, y eso parece casi tan difícil como arreglar todos los problemas de López Mateos de una maldita vez.