OPINIÓN

El show demócrata

Genaro Lozano EN MURAL

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NUEVA YORK.- El poder del presidente de Estados Unidos se encuentra legalmente en 13 párrafos del artículo 2º de la Constitución de ese país. Un artículo que desde su creación le quedó muy pequeño a la figura del Ejecutivo estadounidense y, por ello, desde George Washington hasta Donald J. Trump este artículo ha sido interpretado a modo por el ocupante de la Casa Blanca para ensanchar su poder. Ese es el dilema que hoy tiene Trump y esto es en parte lo que los demócratas evaluarán ahora que se activó la posibilidad de realizar un juicio de destitución del Presidente, el famoso impeachment.

Desde que Trump llegó a la Casa Blanca, un grupo de demócratas ha querido activar el impeachment por pensar que el empresario es un títere del presidente ruso Vladimir Putin, que hubo fraude en la elección presidencial y que el entonces candidato republicano envió a sus asesores más cercanos a reuniones con funcionarios rusos para buscar cómo descarrilar a la demócrata Hillary Clinton. Algo así era la narrativa con la que un grupo de demócratas enmarcaba las dudas en torno al actuar de Trump y de su equipo y son las razones por las que se iniciaron varias investigaciones de la elección presidencial del 2016, una en el Congreso y otra liderada por el fiscal Robert Mueller.

Esa narrativa sirvió para darle una misión al Partido Demócrata tras la debacle del 2016, pero dividió a sus liderazgos de siempre frente a los más nuevos. Voces jóvenes como la de Alexandria Ocasio Cortez o la de Beto O' Rourke querían una estrategia más agresiva para llegar el impeachment desde el inicio de la Presidencia de Trump, pero se impuso la postura moderada o conservadora de la decana Nancy Pelosi, así como la realidad de los números: aún con elementos a su favor, los demócratas no tenían los asientos en la Cámara de Representantes para proceder contra Trump.

Todo cambió con la conquista de 41 asientos legislativos para los demócratas en la elección del 2018. Ya con la mayoría, varias voces volvieron a acudir a Pelosi para activar el impeachment, pero la lideresa demócrata no se convenció sino hasta que se supo que una persona informante acusó anónimamente a Trump de haber sostenido una conversación telefónica con su homólogo ucraniano para pedirle una ayudadita para sacarle trapos sucios al demócrata Joe Biden, el hoy favorito para quedarse con la candidatura presidencial para el 2020.

¿Cuál es el problema de que el Presidente de tu país le pida al líder de otro que te ayude a investigar a un opositor o adversario político? ¿Es esto un abuso de autoridad? ¿Hacen los presidentes de otros países peticiones similares? ¿Una llamada telefónica con esa petición es suficiente para ser considerado un acto de traición, cohecho u otros delitos y faltas graves, como dicta la Constitución estadounidense? Estas son algunas de las preguntas que se formularán y debatirán los demócratas en el proceso que inician en la Cámara de Representantes. Y seguramente aquí avanzarán esos argumentos, pero en el Senado hay una historia distinta. Ahí seis senadores le dan la mayoría a los republicanos y ese número es el blindaje que Trump requiere para quedarse en la Oficina Oval. No se ve modo realista hasta hoy. El Partido Republicano sigue siendo el partido de Trump.

El show demócrata está por empezar y con él se inflarán los ratings de los noticieros, los precandidatos demócratas aumentarán su notoriedad nacional y a lo mejor logran raspar un poco más la credibilidad de Trump. Sin embargo, a menos de que surgiese información mucho más escandalosa y digerible para el electorado, Trump será candidato y con el show demócrata hay el peligro de que México y Canadá sean los perdedores. Los demócratas ahora van a dirigir todo su tiempo y esfuerzo a esta investigación y con ello seguramente dejarán la ratificación del nuevo acuerdo comercial T-MEC para el año 2020 y en una de esas hasta después de la elección de noviembre. Además de esto, ya muchos sabemos cuál es la distracción favorita de Trump acorralado. El show demócrata no parece ser una buena noticia para México.