No sabemos si llegue a "plan", a lo mejor consiste sólo en un catálogo de buenos deseos -esto, siendo generosos-, mismos que están fundados en suposiciones dudosas, información incomprobable e impulsado todo por la orden superior al Congreso de aprobarla sí o sí, aunque sea idéntica a la estrategia que falló el sexenio pasado. Francamente es otra vacilada, carente de seriedad y de mérito alguno para ser considerada como algo tangible, sólido, que combata la inseguridad rampante y la osadía de las organizaciones criminales que se burlan a diario del Gobierno, de sus Fuerzas Armadas y de quienes las dirigen.