Mejor no doy ideas, no se le vaya antojar a alguien servirse del cerro del Colli o del volcán de Tequila, o hasta de las lomitas del Parque Alcalde...
El Pegacalcas
NEGRO Y CARGADO / José Israel Carranza EN MURAL
5 MIN 00 SEG
Vamos apenas en el tercer día de las campañas y ya se ha vuelto insoportable oír la radio, ver la televisión, asomarse a casi cualquier medio en línea y coger el periódico. Pronto lo será también salir a la calle, en medio del festín de pintas y basura impresa y espectaculares repletos de sonrisas desmesuradas y frases trabajadamente huecas. Y pronto, además de eso, será prácticamente imposible guarecerse en ningún lado, infestada como estará la conversación con las tomas de posturas y las adhesiones y sus opuestos y sus anexos. Y aun cuando uno optara por quedarse en casa, a solas y con la luz apagada, el celular enmudecido, los aparatos ciegos y sordos y la mente -difícilmente- en blanco, no tardará en advertir cómo se aproxima la ominosa avioneta que irá derramando sobre la ciudad su estridencia de eslóganes detestables y musiquitas babosas.