OPINIÓN

El patrón

Paloma Ramírez EN MURAL

3 MIN 30 SEG

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Gran revuelo ha causado la intentona por prohibir la fiesta brava en la Ciudad de México. Voces de taurinos y no taurinos se han alzado ante semejante arbitrariedad, pues se dan cuenta de que se trata de una artimaña ideada por oportunistas. Es decir, por diputados que, más que interesarse en el bienestar animal, ven en la prohibición de las corridas de toros una manera efectiva de ganar notoriedad personal, popularidad para el partido y, con ello, el tan deseado botín: voto electoral.