Desde tiempos muy remotos, los aportes de las mujeres en la ciencia sin duda han sido destacados. Quisiera comenzar con un par de ejemplos que surgieron en los albores de la ciencia: Agnódice, quien vivió alrededor del 400 a. C., fue la primera ginecóloga en la antigua Grecia, mientras que otro caso destacado es el de Hipatia de Alejandría, quien vivió alrededor del año 360 d. C., siendo una filósofa griega que formó parte de la escuela neoplatónica, destacando en los campos de las matemáticas y la astronomía. Ambas representan el talento de las mujeres tanto en ciencias puras como aplicadas.