Siempre es algo surreal y bizarro el encontrarte alguna foto de tus papás jóvenes. Ésta, tomada previo a tener la más mínima idea de tenerte, y en muchos casos, previo a conocer a la persona con quien eventualmente te tendrían. Su postura, su piel, su forma, su pelo, su sonrisa, todo grita juventud. Ellos fueron lo que yo soy, un joven soñador y confundido. ¿Qué pensaban en ese entonces? Hoy ellos ven dichas fotos y su garganta se enreda con melancolía. En ciertos casos no se reconocen, y hasta admiten que ya no son lo que eran antes. Pero siempre algo permanece; alguna mirada, mueca, gesto o hasta algún ideal. ¿Serán las mismas personas que me criaron y guiaron en tantos momentos de incertidumbre? Ellos juran que sí.
Analista financiero, con un alto interés por el trasfondo de lo ordinario y cotidiano.