Conservo la foto. A mediados de 1916, el presidente Venustiano Carranza y mi abuelo Francisco Cantú Lara salen juntos de un acto póstumo en el Panteón Civil de Dolores. Éste último lleva su bombín en el antebrazo. Detrás de ellos avanza Álvaro Obregón, el pelo relamido, el bigote ralo, la mirada al frente. Un año antes, había perdido parte del brazo derecho al ser alcanzado por una granada durante la Batalla de León.