OPINIÓN
Dos mujeres ante Trump
Genaro Lozano EN MURAL
En enero de 2017 miles de mujeres tomaron las calles de la capital estadounidense para inaugurar la resistencia a la Presidencia de Donald Trump. Desde entonces, las mujeres han sido la resistencia más organizada a la era Trump. Y México no se queda atrás. Por primera vez en la historia de la relación bilateral, dos mujeres encabezan la diplomacia mexicana en Washington DC, Martha Bárcena y Luz Elena Baños.
Para México no hay país más importante que Estados Unidos. No tenemos otra relación así de vital, así de intensa, así de conflictiva, pero también así de provechosa. La embajadora Bárcena llega a la embajada más grande de México en el mundo y a coordinar la mayor red de consulados que cualquier país tenga en EU. Bárcena es una diplomática de carrera, ingresó al Servicio Exterior Mexicano (SEM) en 1979 y ahí ha tenido experiencia consular, en Barcelona, ejecutiva en la misma Secretaría de Relaciones Exteriores y ya ha estado al frente de embajadas en Dinamarca y Turquía. Es embajadora desde el 2005. Es la primera mujer en representar a México ante el gobierno estadounidense, así que la también académica de la Ibero y ex bailarina profesional de ballet está rompiendo un techo de cristal para las diplomáticas mexicanas.
Recientemente se dio a conocer que por primera vez México es el socio comercial número 1 de los estadounidenses y es una buena noticia, pero obedece a la turbulencia en la relación bilateral entre China y EU. Bárcena llega a EU en uno de los momentos más difíciles para la relación bilateral. Con un Presidente que piensa que México no es un socio confiable, con un Congreso ensimismado en temas de política doméstica y dividido en torno a si debe o no enjuiciar al Presidente y sacarlo de la Casa Blanca, con el nuevo TLC atorado para su ratificación y con el calendario electoral adelantado. La embajadora tiene trabajo de sobra.
Por su lado, la Organización de Estados Americanos (OEA) es la institución multilateral más importante para los asuntos de nuestro hemisferio y también tiene su sede en Washington DC. Luz Elena Baños tiene todas las credenciales diplomáticas para ocupar la titularidad de esa misión. Baños ingresó al SEM en 1994 y ascendió al rango de embajadora en 2018. En el servicio diplomático ha tenido ya la experiencia consular y en la Cancillería se encargó de la relación con sociedad civil. Ha sido la número dos de las embajadas de México en Corea del Sur y Guatemala. Además, Luz Elena ha compilado varios libros sobre el poder suave de México y la diplomacia pública. Ella también es la primera mujer en encabezar la misión de México ante la OEA.
La crisis política, económica y social que vive Venezuela es uno de los temas más importantes en la política internacional y la OEA es la institución donde más se ha tratado este tema. Ahí hemos visto a los ex representantes de México defender distintas posturas. Desde el desinterés o bajo perfil al tema durante la Presidencia de Calderón, pasando por el fuerte activismo casi militante contra Maduro durante el sexenio de Peña, a lo que parece ser una postura de indefinición, pero que lo que realmente busca es ser un puente de diálogo en el naciente sexenio lopezobradorista. La embajadora Baños tendrá que resistir la presión del representante de Trump en la OEA, el embajador Carlos Trujillo, un abogado de Florida que representa el ala más dura contra el gobierno venezolano.
Martha y Luz Elena tienen sobre las espaldas una enorme responsabilidad. La primera podría ver el resultado de su trabajo pronto, si el T-MEC es ratificado este año por el Senado estadounidense, luego de un buen trabajo de cabildeo mexicano. Luz Elena deberá intentar que la OEA deje de ser rehén del interés estadounidense y aborde otros temas hemisféricos como la crisis en Haití. Ambas son mujeres excepcionales. Son nuestras mujeres ante Trump.
Para México no hay país más importante que Estados Unidos. No tenemos otra relación así de vital, así de intensa, así de conflictiva, pero también así de provechosa. La embajadora Bárcena llega a la embajada más grande de México en el mundo y a coordinar la mayor red de consulados que cualquier país tenga en EU. Bárcena es una diplomática de carrera, ingresó al Servicio Exterior Mexicano (SEM) en 1979 y ahí ha tenido experiencia consular, en Barcelona, ejecutiva en la misma Secretaría de Relaciones Exteriores y ya ha estado al frente de embajadas en Dinamarca y Turquía. Es embajadora desde el 2005. Es la primera mujer en representar a México ante el gobierno estadounidense, así que la también académica de la Ibero y ex bailarina profesional de ballet está rompiendo un techo de cristal para las diplomáticas mexicanas.
Recientemente se dio a conocer que por primera vez México es el socio comercial número 1 de los estadounidenses y es una buena noticia, pero obedece a la turbulencia en la relación bilateral entre China y EU. Bárcena llega a EU en uno de los momentos más difíciles para la relación bilateral. Con un Presidente que piensa que México no es un socio confiable, con un Congreso ensimismado en temas de política doméstica y dividido en torno a si debe o no enjuiciar al Presidente y sacarlo de la Casa Blanca, con el nuevo TLC atorado para su ratificación y con el calendario electoral adelantado. La embajadora tiene trabajo de sobra.
Por su lado, la Organización de Estados Americanos (OEA) es la institución multilateral más importante para los asuntos de nuestro hemisferio y también tiene su sede en Washington DC. Luz Elena Baños tiene todas las credenciales diplomáticas para ocupar la titularidad de esa misión. Baños ingresó al SEM en 1994 y ascendió al rango de embajadora en 2018. En el servicio diplomático ha tenido ya la experiencia consular y en la Cancillería se encargó de la relación con sociedad civil. Ha sido la número dos de las embajadas de México en Corea del Sur y Guatemala. Además, Luz Elena ha compilado varios libros sobre el poder suave de México y la diplomacia pública. Ella también es la primera mujer en encabezar la misión de México ante la OEA.
La crisis política, económica y social que vive Venezuela es uno de los temas más importantes en la política internacional y la OEA es la institución donde más se ha tratado este tema. Ahí hemos visto a los ex representantes de México defender distintas posturas. Desde el desinterés o bajo perfil al tema durante la Presidencia de Calderón, pasando por el fuerte activismo casi militante contra Maduro durante el sexenio de Peña, a lo que parece ser una postura de indefinición, pero que lo que realmente busca es ser un puente de diálogo en el naciente sexenio lopezobradorista. La embajadora Baños tendrá que resistir la presión del representante de Trump en la OEA, el embajador Carlos Trujillo, un abogado de Florida que representa el ala más dura contra el gobierno venezolano.
Martha y Luz Elena tienen sobre las espaldas una enorme responsabilidad. La primera podría ver el resultado de su trabajo pronto, si el T-MEC es ratificado este año por el Senado estadounidense, luego de un buen trabajo de cabildeo mexicano. Luz Elena deberá intentar que la OEA deje de ser rehén del interés estadounidense y aborde otros temas hemisféricos como la crisis en Haití. Ambas son mujeres excepcionales. Son nuestras mujeres ante Trump.
