Así hay que admitirlo y así hay que combatirlo. México es un país racista. México es un país clasista. México es un país discriminador. Todos los días, a todas las horas, alguien maltrata a un hombre o a una mujer por su color de piel, por su género, por su preferencia sexual, por su condición social, por su origen. Y llevamos demasiado tiempo negándolo, insistiendo que el mestizaje superó las denominaciones raciales y las divisiones sociales, cuando no es así. Nos han indoctrinado para pensar que nunca hemos sido un lugar excluyente; nunca hemos sido un lugar intolerante. Eso dicen aquellos que reproducen los códigos de conducta del lugar que habitan. Eso dicen quienes disparan balas verbales como "indio" y "naco" y "vieja" y "gata" y "nagual" y "maricón". El maltrato a las minorías para ventaja de quienes han poseído el poder, construido sobre una supuesta superioridad congénita.
Denise Dresser es politóloga, escritora, columnista y activista. Coordinó el libro "Gritos y Susurros: Experiencias Intempestivas de Mujeres". Ganó el Premio Nacional de Periodismo en 2010. Su último libro es "El País de Uno. Reflexiones para entender y cambiar a México".