"Me estoy llevado novelas y libros de arte, porque suelen ser muy caros en otros lugares", prosiguió Xomali al salir de la librería, acompañada de su abuela, Sonia, de 62 años. Crédito: Yanireth Israde
La "vieja Gandhi", como se conoce entre los bibliófilos, cerrará sus puertas para convertir el inmueble en oficinas. Crédito: Yanireth Israde
El adiós a la "vieja Gandhi" también se compartió con mensajes en redes sociales. Crédito: Yanireth Israde
Los lectores no sólo extrañarán los libros, comentaron, sino también el café, con o sin leche; el ajedrez, el espacio para hacer la tarea. Crédito: Yanireth Israde