OPINIÓN

Desafortunada concurrencia

Daniela Sánchez EN MURAL

4 MIN 00 SEG

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A pesar de lo que los gobiernos quisieran, los espacios en las ciudades son de quienes los ocupan, no de quienes los administran. El propósito de un espacio nace con quien lo ocupa y muere en el desuso. Los espacios los resignifica la ciudadanía, los reescribe y los reacomoda a su contexto, los usa para su cultura y los desarma para su expresión, es un baile bellísimo, la urbe vive a través de quienes la viven. La colectividad se entiende a través de la existencia activa en el espacio público. Los espacios en las ciudades gritan en grises silenciosos, hablan con las grietas, ríen con los colores y lloran con los olores, sonríen con la memoria y sueñan en concreto.