Defender al INE
DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Catón EN MURAL
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Al día siguiente de su noche de bodas los recién casados bajaron a desayunar en el restorán del hotel. Un mesero le ofreció la carta a la desposada. "Gracias -la rechazó ella-. Mi marido sabe lo que a mí me gusta". "Sí, mi vida -dijo él-. Pero también debes comer algo"... El caracol se quejó con sus amigos: "Mi esposa no me comprende. Cuando hacemos el amor siempre me dice: '¡Más aprisa! ¡Más aprisa!'"... Un indocumentado mexicano que trabajaba en un rancho de Texas le comentó por teléfono a su esposa: "El patrón gringo que tenemos es muy inocente. A mi compadre y a mí nos cree santos. A él le dice San Abagán, y a mí San Ababich"... Si desaparece el INE con él desaparecerá la democracia en México. Muchos años, muchas fatigas, muchos esfuerzos y sacrificios de hombres y mujeres que amaban a México fueron necesarios para arrebatarle al partido en el poder y a su gobierno, a gente como Bartlett, la facultad de organizar las elecciones y calificarlas. En su lugar pusieron en manos del pueblo, del verdadero pueblo, en tus manos y las mías, en las del vecino, en las del profesor y el artesano, en las del empresario y el obrero, en las de la activista social y la trabajadora doméstica, el rumbo del país, determinado a través del poder del voto libre y no manipulado, ni convertido en mercadería, ni inventado. Yo viví los dos tiempos: el de las elecciones de Estado y el de las nuevas elecciones hechas por los ciudadanos. Las primeras eran parte de la opresión; las segundas fueron fruto de la lucha de los mexicanos por conseguir la plena libertad. Asombra e indigna al mismo tiempo que quienes hoy están en el poder por virtud de ese logro ciudadano lo quieran anular y volver otra vez a las elecciones controladas por el gobierno, es decir por ellos. Los partidos de oposición, que ya mostraron capacidad para frenar las embestidas de López Obrador contra la Constitución, las instituciones y la ley, pueden y deben detener esta nueva agresión contra México y los valores en que se finca su existencia: libertad, democracia y justicia. La reforma electoral propuesta por el caudillo de la 4T no es sino una burda maniobra para apropiarse del país, establecer en él un maximato e imponer a los mexicanos una ideología y un sistema político y social que en otros países han fracasado ya y cuyas consecuencias han sido la anulación de las libertades, la pobreza, la migración, la falta de los bienes necesarios para una vida digna. En esto los partidos de oposición y los ciudadanos debemos estar unidos. Que no se pierda el INE. Que no se pierda México... Afrodisio es un amante excepcional. Domina las sutiles artes del moroso preludio hecho de húmedos besos e íntimas caricias que debe preceder a la consumación del acto, y es un maestro en gozar y hacer gozar. En eso consiste la plenitud de la mutua entrega, pues el deleite propio no está completo sin el ajeno. No imitemos al sujeto que intentó hacer el famoso -y nunca comprobado- salto del tigre. En la oscuridad de la alcoba cayó de sentón en la perilla de la cama. Dolido y quebrantado empezó a hacer: "¡Ay! ¡Ay!". Le dijo su señora, disgustada: "No, qué chiste. Así nada más tú disfrutas". Pero volvamos a Afrodisio. Fue con Dulciflor al popular Motel Kamawa, y en la habitación número 210 le hizo un trabajo que ni Casanova habría podido superar. Al terminar el trance, poseída Dulciflor por el dulce cansancio producido por múltiples orgasmos, le dijo con emoción a su galán: "¿Me amarás así cuando estemos casados?". "Hasta mejor -le aseguró Afrodisio-. Siempre me produce una excitación muy especial hacer el amor con una mujer casada"... FIN.
Armando Fuentes Aguirre, "Catón". Nació y vive en Saltillo, Coahuila. Licenciado en Derecho; licenciado en Letras Españolas. Maestro universitario; humorista y humanista. Sus artículos periodísticos se leen en más de un centenar de publicaciones en el País y en el extranjero. Dicta conferencias sobre temas de política, historia y filosofía. Desde 1978 es cronista de la Ciudad de Saltillo. Su mayor orgullo es ser padre de cuatro hijos y abuelo de 13 nietos.
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