Una lluvia matutina me llevó a resguardarme en Maison Paulette, en lo que fue un desayuno con un dejo de lamento.<BR><BR>Por azares del destino, y de un tormentón mañanero de aquellos que saben caer en la Ciudad, acabé resguardada con la buena compañía de mi marido en Maison Paulette, la de...