De cuerpo entero
Paloma Ramírez EN MURAL
4 MIN 00 SEG
Mi padre tenía las manos grandes. Bien podrían haber sido las de un pianista o un boxeador: de pianista porque sus dedos eran largos y estilizados; de boxeador porque parecían de hierro. Una vez que se cerraban en torno a algo, no había poder humano que pudiera abrirlas.