PUES SE ACABÓ noviembre y la presidenta Claudia Sheinbaum no vino a fumar la pipa de la paz con el gobierno emecista de Jalisco. Dejó al gobernador Enrique Alfaro esperándola en alguna estación de la Línea 4 del Tren Ligero, a donde se le invitó a participar en las primeras pruebas con trenes.