"MISIÓN CUMPLIDA", podrán decir los organizadores de la Marea Rosa en Guadalajara. Aunque hay guerra de cifras, al final los números poco importan cuando su concentración en la Plaza de la Liberación resaltó por una cualidad: logró movilizar a una sociedad que intentaron impedir que saliera a las calles, tomó la plaza con ser apartidista y reivindicó su origen ciudadano.